¿Cómo saber si los discos de vinilo son originales?

Cómo saber si un disco de vinilo es original y evitar estafas

El otro día vino mi amigo Raúl a casa, emocionadísimo con una bolsa llena de discos que había pillado en un mercadillo. Él juraba que había encontrado unas “gangas” y ya se veía con una colección de lujo. Pero, apenas empezó a sacarlos, ya vi que algo raro había… algunos discos estaban demasiado “nuevos” para ser originales, sobre todo siendo ediciones viejas. Raúl, que es un personaje de mucho cuidado, cayó redondito. Vamos, que se la colaron.

Empezamos a revisar los detalles uno a uno, y aproveché para hablarle de las grandes estafas en el mundo de los vinilos. Con suerte, así aprendería a reconocer los originales y a no dejarse engañar tan fácil en el futuro.

Portada y diseño: el primer vistazo

Lo primero que le dije fue que revisara la portada del disco. La cuestión es simple: el diseño de la portada original tiene que coincidir al dedillo. En algunos de los discos de Raúl, los colores se veían como deslavados, y había algún que otro detalle que no cuadraba, como si fueran versiones fotocopiadas. “Mira, macho, fíjate bien en esto la próxima vez, que los detalles son lo primero que canta”, le dije.

Le conté además que las falsificaciones de ediciones limitadas son súper comunes. Algunos álbumes, especialmente las primeras impresiones, son difíciles de encontrar y valen un dineral. Por ejemplo, las ediciones de "The Freewheelin' Bob Dylan" con canciones que después eliminaron son tan raras que pueden costar un pastón. Claro, los falsificadores saben esto, y ahí que van, a hacer copias para timar a los desprevenidos. Así que le dejé claro a Raúl que, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, seguramente no lo sea.

Estado físico del disco: tócalo bien, jajaja

Después pasamos a examinar el disco en sí. Aquí la clave es que no tenga marcas raras, rasguños o manchas. En los discos originales, el color suele ser uniforme y limpio, como una buena pieza de coleccionista. En uno de sus discos, había unas manchitas de lo que parecía mala impresión. Le solté un “toca bien el disco, que eso no es normal”. En plan broma, claro, pero vamos, que le quedó claro.

Le conté también sobre el tema de los bootlegs o discos piratas. Estos son vinilos con grabaciones en vivo o material no autorizado que algunos venden como “joyas raras”. El problema es que son de baja calidad y, para un coleccionista serio, no valen ni para usar de posa vasos. Raúl se quedó flipando al saber que hay todo un mercado de discos piratas en sitios como eBay o Discogs. “Así que ya sabes, antes de soltar un euro en internet, asegúrate bien”.

Sello discográfico: léelo, macho…

El siguiente paso fue revisar el sello discográfico en la parte trasera del disco. Esto es otro detallazo para saber si el disco es auténtico. En uno de los discos de Raúl, el sello estaba como mal impreso, y ahí ya le dije: “Léelo bien, macho… el sello tiene que estar clarito y sin fallos”. En los discos originales, la calidad de la impresión es impecable. Si está raro, ¡alerta de copia!

Aquí aprovechamos para hablar de las estafas en plataformas de venta online. Ahora, mucha gente compra discos por internet, pero no todo lo que brilla es oro. Hay vendedores que ponen fotos que no son, venden copias como si fueran originales, y un largo etcétera. Raúl se quedó pensando y me dijo que, de ahora en adelante, solo compraría de vendedores con buenas reseñas y pediría fotos detalladas de los discos.

Calidad del sonido: escucha atento

Ya por último, le propuse poner uno de los discos en el tocadiscos, porque el sonido es otra clave. En un disco original, el sonido debería ser limpio y nítido. Apenas pusimos uno de esos discos y sonaba como raro, con interferencias y distorsiones. Ahí me reí y le dije: “Nada, tío, si suena mal desde el principio, estamos ante una copia”. Así de claro. Los discos falsos suelen tener una calidad de audio más baja, y si algo en el sonido chirría, mejor sospechar.

Revisión de la edición del disco: ojo con las reediciones

Ya para rematar, le hablé de la importancia de conocer la edición del disco. Un mismo álbum puede tener varias ediciones a lo largo de los años, y no todas valen lo mismo. Así que le dije que, para futuras compras, revisara bien los detalles de cada edición, tanto en la parte trasera como en la portada.

Consejos para evitar caer en estafas de discos de vinilo

Ya que estábamos, le di algunos consejitos para que no se la vuelvan a colar:

• Investiga antes de comprar: Conoce los detalles de las ediciones originales, como los números de catálogo, etiquetas y portadas. ¡Te ahorrarás muchos disgustos!
• Compra a vendedores de confianza: Mejor tiendas especializadas o vendedores online con buenas reseñas. Evita el riesgo de sorpresas desagradables.
• Pide pruebas: Si puedes, pide certificados de autenticidad o pruebas de procedencia. Más vale prevenir.
• Revisa físicamente el disco: Tócalo bien, jajaja. Inspecciona la calidad, el estado de las etiquetas y cualquier detalle raro.
• Escucha el disco: Si tienes dudas, haz la prueba de sonido. El oído no engaña.

Raúl se fue con menos discos de los que trajo, pero con mucho más conocimiento sobre cómo evitar timos y aprender a distinguir un buen vinilo de una copia. Nos echamos unas risas con su “curso intensivo de vinilos”, y me dijo que la próxima vez será él quien me enseñe a mí. ¡Menudo personaje!