5 errores a evitar si montas tu tocadiscos

5 errores que debes evitar al montar tu tocadiscos

Porque no basta con enchufarlo y cruzar los dedos

Mucha gente se gasta una pasta en un tocadiscos y luego lo arruina con tonterías que se podrían haber evitado con una pizca de atención. Esto va para ti si acabas de comprarte uno, pero también si llevas años usando vinilo y aún no sabes lo que es un nivel de burbuja.

Aquí van cinco errores que estás (probablemente) cometiendo sin saberlo:

1. Tu tocadiscos no está nivelado


Sí, así de simple. Si el plato no está perfectamente horizontal, la aguja no cae bien en el surco. Y si la aguja no cae bien, el sonido se va al carajo.

Solución: usa un nivel de burbuja (sí, ese que tienes tirado en el cajón) y ajústalo. La mayoría de platos tienen patas ajustables. Gíralas hasta que el nivel te dé el OK.

2. Vibraciones que joden el sonido


Sabemos que las vibraciones hacen que la música exista, pero las vibraciones que no tocan el vinilo no deberían estar ahí. Si colocas el tocadiscos sobre una mesa coja, un mueble hueco o al lado de un altavoz, estás pidiendo guerra.

Solución: cuanto más denso y estable sea el soporte, mejor. Ideal: un rack de audio. Extra ideal: una base de aislamiento. Básico: ponlo lejos de tus altavoces y de cualquier cosa que zumbe.

3. Peso de seguimiento mal ajustado


¿Te suena eso de "tracking weight"? Si lo tienes demasiado alto, adiós a tus discos. Si lo tienes demasiado bajo, la aguja baila flamenco sobre el vinilo.

Solución: busca en el manual del cartucho (sí, ese papel que tiraste a la basura) el peso recomendado. Suele estar entre 1,5 y 2,5 gramos. Ajusta el contrapeso del brazo hasta que estés dentro de ese rango. Y si te quieres poner serio, cómprate una báscula para cápsulas.

4. Tus discos están más sucios que una mesa de bar


No tiene sentido gastarte 500€ en un plato si luego pones discos llenos de grasa y polvo. La aguja no es mágica. Si hay mierda en el surco, hay mierda en el sonido.

Solución: no toques la superficie del vinilo, agárralo por los bordes. Guarda los discos con la abertura hacia dentro. Usa un cepillo de fibra de carbono antes de cada reproducción. ¿Tienes pasta? Compra una máquina de limpieza. ¿No tienes? Al menos un líquido decente y una gamuza limpia.

5. Estás usando un preamplificador de pena


El eslabón más débil de tu equipo puede ser el que más te limita. Y muchas veces es el previo de phono.

Solución: si tu tocadiscos tiene uno integrado, vale para empezar. Pero cuando puedas, salta a un previo externo decente o usa un amplificador con entrada phono de calidad. No te fíes del check en la caja. Que ponga "phono in" no significa que sea bueno. Investiga. Lee opiniones. Y sobre todo, escucha.

Bien, dicho esto.

No necesitas un plato de 2000€ para disfrutar del vinilo. Pero sí necesitas sentido común, un poco de cariño y cero prisas. El vinilo no va de inmediatez. Va de hacer las cosas bien.

Si ya tienes tu tocadiscos montado, repasa esto. Y si estás por comprar uno, empieza con buen pie. Tus discos y tus oídos lo agradecerán.

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